domingo, 9 de marzo de 2014

El "brunch" del Domingo ... ¡Sin prisas!

Hola amig@s:

El fin de semana hay que saber disfrutarlo al máximo... Así que ¿por qué no "decorar" un domingo anodino con un delicioso "brunch" a media mañana, en buena compañía o con una plácida lectura?




El brunch es una fórmula que va viento en popa, es una moda gastronómica que va a caballo entre el desayuno y la comida, sustituyendo la misma. Un neologismo que proviene de la fusión de dos vocablos: breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo).

El brunch es de origen británico, aunque que cada vez más extendido a otros lugares. Por ejemplo, aquí en París puedes encontrar un amplio abanico de restaurantes en los que los domingos o días festivos, lo ofrecen exitosamente en sus cartas.




La idea, popularizada en los Estados Unidos, nació a fines del siglo XIX, cuando los nobles ingleses que salían de caza, preferían evitar un desayuno pesado antes de cabalgar. Como no podían regresar a tiempo para el almuerzo, empacaban una vianda que muchas veces comían al galope sin detenerse.

Suele presentarse en forma de buffet, carta cerrada... En todo brunch hay dos ingredientes que son clave: el café y los huevos en todas sus modalidades (poché, revueltos, fritos o en omelette). Proteínas y cafeína para espabilarse, rebosar energía y vitalidad.




A partir de aquí el abanico se abre ampliamente, según el toque personal que cada uno decida dar a este evento: con amigos, familiares, niños o un mano a mano.

Nos encontramos con una multitud de combinaciones sobre la mesa: chocolate caliente, zumos, croissants, brioches, bagels, flautas y panes con cereales, acompañados con una buena mantequilla, mermelada o miel. También frutas, fiambres, salchichas, avena, yogures, etc.

Por experiencia propia, es tal el clima de "buen rollo" que se crea, que se ha llegado a dilatar hasta la merienda... una buen excusa para juntarte con buenos amigos. De esto, gran dosis de "culpabilidad" la tienen nuestros amigos P y G: grandes anfitriones y expertos en la materia.

Si el brunch se alarga un poco se puede llegar a convertir en un "bruncher" (breakfast+lunch+dinner).

En suma, un sin fin de alimentos, un exquisito manjar a esas horas de la mañana, disfrutando en buena compañía de la esencia del domingo y sin prisa alguna. ¡Un dulce momento!

Os presentamos unas invitaciones para un brunch entre amigos, acompañados por unos originales detalles para decorar la mesa, que pronto encontrarás en nuestra web.



Invitaciones destino: Saint-Germain-en-Laye (Francia): desde su “balcón” podrás observar una panorámica de París de lo más espectacular.


Y unos "egg cover" de lo más original.



PD: Un domingo aburrido es un domingo perdido ... así que ¡a disfrutar del brunch!



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